Han pasado 10 años desde mi última entrada.
Hola, soy Gaider Abdul ¿Me recuerdan?
![]() |
Mi escritorio en el taller, intencionalmente desordenado. |
Quiero dejar este post para el futuro, para el presente y para el pasado.
Por si algún incauto que se encuentra estudiando ingeniería en mecatrónica en UPIITA encuentra este blog y quiere saber ¿qué fue de mí? Pero, sobre todo, quiero escribir para mí, para el que fui, para el que soy y para el que seré.
Hace más de 10 años me embarqué en la penosa y frustrante tarea de ser el mejor ingeniero en mecatrónica en México, una tarea tan enorme como imposible, pero de entre todos, le di una oportunidad. Desde entonces, a veces me he acercado, hoy lo siento más lejos que cuando empecé, pero siempre caminé en esa dirección. De esa forma, mi negocio está por cumplir 12 años. Hace 5 años aprendí a pintar y hoy hago algunos cómics de corte personal.Si juntamos los éxitos, en papel y trayectoria, soy exitoso.
He logrado y tenido más de lo que jamás pensé tener. Conocido a gente muy interesante, diseñado cosas asombrosas. Me dedico a las máquinas CNC e impresión 3D. He tenido varios talleres y oficinas, pero actualmente estoy en el más bonito que he tenido. ¿Cómo lo he logrado? Suerte y amistad, creo. Un poco de capacidad.
Pero hoy, son las 2 am y estoy trabajando. Tengo varios encargos atorados, varias máquinas paradas, imprimo la primer ortesis craneal impresa en 3D, unas placas para los perritos de una amiga y la universidad Anáhuac espera un mantenimiento que debo de hacer.
![]() |
El taller, unos meses después de llegar |
En estos pixeles, suena increíble. El sueño hecho realidad. Pero a este punto, me gustaría estar más tranquilo, tener más dinero, tener empleados y tener tantas cosas.
Hoy soy, todo aquello que siempre soñé, sin embargo, lo estoy pagando con costos muy caros; el primero, de tener algo que alguna vez quise tener. El segundo, de quemar poco a poco todas mis naves y todos mis puentes. Familia, dinero, amigos, salud. Todo por el sueño.
Por último, pago el precio de estar “casi ahí”.
De ver cerca la tierra prometida pero no poder cruzar hacia ella. Esto me acongoja y me persigue de una manera que me sorprende. Casi soy sho-dan en judo, casi he publicado un libro, casi he tenido inventos y casi he tenido una empresa importante. Casi. Y casi también soy yo, pero me faltan piezas (literalmente), he perdido más de un par en el camino.
Fiel a mis ideales, he encontrado aquello que amo y me he dedicado a morir por ello. Pero ahora soy un hombre adulto y mis decisiones cada vez pesan más sobre un hielo muy delgado.
Y hoy, más que nunca, me pregunto si es hora de renunciar a estos sueños en pos de una estabilidad o una tranquilidad que me permitirían dormir temprano, pero me obligarían a lo mismo.
Mi orgullo me grita que no, mientras sonrío todos los días al pasar frente al kiosco Morisko camino al taller, aunque me pregunto si todo esto no es Dios queriendo librarme del orgullo. La furia y el orgullo fue lo único que tuve en un inicio: la pasión y la necedad.
Nunca fue sabio ser así.
En estos años, me hecho más humano, más tolerante en la inmensa mayoría, pero sumamente intolerante en la minoría.
Hace 10 años creo que mi papá acababa de morir cuando hice el último post, no me gusta pensar en ello, casi no lo recuerdo. Ni su muerte ni la cadena de traiciones y decepciones que vinieron con ello. Este año tenía preparado algo para honrarlo, casi lo hago, pero no tuve tiempo para el pasado, tuve que atender el presente.
Este tiempo que nunca cesa, que te asfixia y te destruye.
![]() |
Atrapado en el presente |
Y están mis referentes, mis amigos, cayendo poco a poco. Uno a uno. En el anonimato o el silencio de una complacencia con la que no creo poder lidiar. Ante esto, hoy como antes, me encuentro solo. Tengo que empezar a pensar en cómo quiero ser en el futuro inmediato, los pocos recursos de los que poseo no alcanzan para lograr la mínima decencia que me merezco.
También tengo que hablar de la muerte, no se fue, ella nunca se va. Solo se aleja un rato para castigarme por no estar con ella, cada vez más violenta, arrebata poco a poco cosas de mi.
La vida es compleja, tan compleja que me es difícil explicarlo en estas palabras. Hoy, a mis 36 años, 20 años después de haber empezado con este blog, 16 después de entrar a La Covacha y 12 después de hacer mi negocio, me siento exhausto. Ya he hecho todo lo que todo hombre debe hacer en esta vida, pero el orden de las cosas, el fondo y la forma en la que lo hice me acecharán hasta el último día de mi vida.
En estos años, he ganado muchas enemistades y conflictos. Algunos señalan mis faltas y el resto de mi vida me recordarán como villano al no poder señalarse a ellos mismos, pero en mi defensa diré que aquello que pudo ser de mí no lo hice. Y que, en mi travesía, miré al horror a los ojos, me devolvió la mirada, pero yo me negué a cruzar al abismo ni dejarme sucumbir a la oscuridad.
Así que, si fui o no villano, que quede claro que no sé si pude haberlo hecho mejor, pero estoy seguro de que pude hacerlo mucho peor y no quise. Me tomó mucho tiempo no caer en la rabia, el egoísmo, la venganza o la codicia. Esto me ha traído buenos frutos, a todos mis detractores los he visto retorcerse sin necesidad de generarles algún agravio. He podido ayudar incluso a aquellos que me aborrecen.
![]() |
Mi primer casa-estudio ¿pueden ver todas las referencias? |
Hace 5 años, cuando renté una casita a 10 minutos del centro de Coyoacán, en mi exilio, hice (sin saber) mi primer casa-estudio. Espero un día hacer una propia o al menos tener otra. Pero ahí, solo, aislado y con frío, escuchando al Canserbero prometí que, si la vida arrechaba, yo arrecharía a la vida.
Escoger el lado bueno de las cosas y la vida, hoy me parece imperativo y necesario para vivir.
Sin hacer esto no puedo ni respirar. He entendido que la vida es ante todo una búsqueda, un juego de búsqueda de por qué seguir adelante. En eso no me puedo quejar, motivos tengo de sobra.
![]() |
Sólo regresé por una taza |
Para el ingeniero que quiso ser empresario: Felicidades, 12 años aún existe tu negocio, todos los demás han cerrado. Gente que empezó con millones no duraron ni la mitad que tú. Y aquellos que intentaron emularte cayeron tan rápido que no pudiste ni disfrutarlo.
Para el hombre que vivió en soledad la muerte de su padre: Hoy tus pérdidas tienen oídos, para bien y para mal, tu caída siempre hace ruido. Ese ruido lo has convertido en arte y ese arte ha ayudado a muchos.
Para el comiquero que quiso que la gente supiera de cómics: Has hecho poco en esa pero un foro con la cámara de diputados y ser jurado en un concurso de cómics debería bastar. Y hoy, tienes un libro infantil terminado junto con muchos cómics que haces regularmente. Y este año regresaste a postear con más fuerza que nunca.
![]() |
La vista desde mi escritorio. |
Y para ti, lector anónimo; no sé qué desees de esta vida. Si estás leyendo fuera de las redes sociales, al menos tienes esperanza. Que sepas que un niño de Neza logró cumplir todos sus sueños. Que hoy sufre porque soñó demasiado y se le convirtieron en pesadillas.
Pero no te deseo ningún destino diferente, al menos mis pesadillas son reales.
¿Y quién sabe?
Si logré todo esto soñando, tal vez pueda encontrar un futuro despierto. Mientras otros sueñan, yo estoy aquí, en la madrugada imprimiendo el futuro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario