miércoles, septiembre 16, 2009

It's only the rain...


En inglés. Así empieza esté post. El post del mes patrio.

Es septiembre, de nuevo; por 19 ocasión.
La vida pesa; pesa más que un pie en una bolsa de mandado. Pero su sangre chorrea por toda la avenida.

Una pregunta salta en mi cabeza: ¿Por qué seguir peleando?


¿Para qué? Al parecer las cosas nunca van mejor. ¿Para que seguir con un bucle de incógnitas infinitas y de cosecuencias consumadas?

¿Qué queda en el mundo para seguir? ¿Qué queda en la vida para ver? ¿Para inspirar?
¿Para demostrar?

¿Por qué no simplemente oír reggaeton a todo volumen y llenar mis venas de alcohol los domingos? Los que hacen eso al menos se ven felices. Yo no estoy feliz; no desde hace mucho tiempo...

Los cohetes suenan, la lluvia los apaga con sus truenos aterrorizadores, Neza se llena de una melancolía insondable; inaceptable, infinita... Parece que México mismo se ha dado cuenta de la depresión y decadencia en sus calles y ahora, por medio de un favor pedido a Tláloc y Ehécatl, nos regresa el favor dando un espectáculo de lo que sentimos en nuestros corazones y en nuestro interior.

Los mariachis dejan de tocar, las cocinas se cierran, los bares se secan, la música se acaba.
Los Nezayenses miramos hacia atrás uniformemente preguntándonos "¿Qué es lo que dejamos al ganar esto?", y miramos hacia enfrente pensando "¿Qué queda por perder?".


Los ebrios tiran su desayuno en las aceras.
Las iglesias permiten a los demonios vender en sus atrios.
Las escuelas recompenzan la estupidez.
La esperanza ha muerto.
Una bugambilia se seca en un libro negro...